lunes, 14 de mayo de 2012

REDEFINIENDO LA IZQUIERDA PERUANA: Desde abajo y desde adentro


Redefiniendo la izquierda peruana: desde abajo y desde adentro.

Por: José Reátegui Bardales (*)

A propósito de la columna de Mirko Lauer en La República del 28 de marzo de este año (“Cinco izquierdas de esta hora”) en la que, como observador político, hace una panorámica de la izquierda actual, queremos compartir algunas consideraciones pertinentes.

Mirko Lauer presenta una mirada de la izquierda peruana desde una óptica que privilegia su cercanía o lejanía con el gobierno actual y eso le hace perder de vista el proceso de redefinición que se viene produciendo en este importante sector del espectro político nacional.

Desde inicios de la década de los 80´s, la izquierda peruana comenzó a procesar una crisis en los 80´s, que tuvo entre sus principales detonantes:
·         La irrupción de una guerra interna que enfrentó a Sendero Luminoso y al MRTA con el resto del país y puso en cuestión la tesis de la viabilidad de lucha armada en países como el nuestro.
·         La ruptura de Ia IU y el PUM.
·         La crisis del socialismo real en Rusia y Europa.
·         La decadencia del marxismo-leninismo como doctrina.

Esta crisis llevó a la izquierda peruana a convertirse, desde inicios de los 90´s, en una fuerza marginal, luego de haber sido la izquierda legal más grande de América Latina desde fines de los 70´s hasta mediados de los 80´s.   

Sin embargo, desde inicios del Tercer Milenio comienza a surgir un proceso de redefinición de la izquierda peruana, proceso que se expresa en la lucha contra la dictadura fujimontesinista; en el aliento de nuevos actores políticos y sociales, principalmente en los espacios locales y regionales; en la organización y desarrollo de la Marcha de los Cuatro Suyos; en la propuesta de la reforma descentralista; entre otros factores.

La nueva cruzada ideológica de la derecha.

Esto explica porque la derecha nuevamente está en una batalla frontal, ideológica y política, contra la izquierda, como no se veía desde la década de los 60s, en la época de la bipolaridad y la guerra fría. Ahora la derecha se vale de todo, cualquier situación es un buen motivo para golpear a la izquierda indiferenciadamente: los ataques a la Comisión de la Verdad, la participación de la izquierda en el Gobierno y en Gana Perú, el Conflicto de Conga en Cajamarca, la campaña contra el MOVADEF, la gestión de Susana Villarán en la Municipalidad Metropolitana de Lima, en fin, todo es útil con tal que sirva para atacar a la izquierda.

La nueva cruzada de la derecha contra el “cuco” izquierdista tiene entre sus operadores a los grandes medios de comunicación que influencian, a los líderes de opinión que han posicionado, a los líderes y  voceros políticos partidarios alineados desde siempre con la derecha, a los sectores conservadores de la Iglesia Católica, a los sectores facticos de las Fuerzas Armadas, a los voceros y representantes del poder económico y también a despistados y tontos útiles.

La demanda de una izquierda del tercer milenio y de una derecha liberal.

Los sectores lúcidos de la opinión pública reclaman que en nuestro país se configure una derecha liberal y una izquierda moderna, ambas necesarias para la gobernabilidad, el fortalecimiento del sistema político peruano y, por ende, de la democracia y, sobre todo, para garantizar el desarrollo sostenible del país.

¿Qué tanto la derecha puede avanzar a configurar una fuerza liberal, moderna y realmente democrática en nuestro país? Es algo que parece difícil por el momento, dada la fuerza que vienen demostrando los sectores más conservadores en este lado del espectro político, que algunos periodistas han dado en calificar como “Derecha Bruta y Achorada”. 

¿Qué es ser de izquierda hoy en el Perú?

Ser de izquierda hoy en el Perú significa identificarse, de manera organizada o no, con lo siguiente:
·         Las banderas de la justicia social.
·         La transformación del Estado por la vía democrática.
·         La defensa y el fortalecimiento del sistema democrático en nuestro país.
·         El fortalecimiento del Estado de Derecho y la consolidación de la gobernabilidad.
·         El rechazo a todo tipo de violencia como medio para llegar a la conducción del gobierno nacional.
·         La defensa de los derechos humanos, políticos y ciudadanos.
·         La defensa y protección del ambiente.
·         El enfoque del desarrollo humano.
·         La reforma Descentralista y la regionalización.
·         La valoración de la importancia y necesidad del mercado.
·         La defensa de las libertades individuales y de asociación.
·         Contra la explotación y el abuso.
·         Contra todo tipo de discriminación.

La izquierda peruana siempre ha sido diversa. Mucha agua ha pasado bajo el puente desde que el Amauta José Carlos Mariátegui fundara la izquierda orgánica, con la conformación, a fines de la década de los 20s, del Partido Socialista, que luego fue convertido, bajo la conducción de Eudocio Ravines, primer tránsfuga de la izquierda, en Partido Comunista. Varios autores han tratado de explicar que pasó con la izquierda peruana desde aquellos inicios hasta sus momentos más críticos en los 80´s. Hay todavía un balance pendiente, que no es motivo de la presente anotación.

La redefinición de la izquierda de hoy tiene un carácter descentralista.

El proceso de redefinición de la izquierda peruana pasa por:
·         La construcción de la cultura del buen gobierno.
·         El desarrollo de la capacidad de gestión.
·         El trabajo político en la organización popular.
·         El fortalecimiento de la gobernabilidad.
·         La promoción de la inversión pública y privada con ISOs avanzados de calidad.

A esto vienen contribuyendo, desde inicios del tercer milenio y en las diversas regiones del país, las experiencias de gestión de los movimientos regionales y locales en los Gobiernos Regionales y Municipales. Desde allí se viene alimentando una nueva utopía para movilizar a los sectores populares y progresistas del país. Esta izquierda del tercer milenio tiene un carácter fundamentalmente descentralista y comienza a tomar la posta que dejan los líderes de la generación de los 70s que aún no han logrado involucrase de manera efectiva en este proceso de redefinición y que hoy ven agotados sus discursos tradicionales.   

La izquierda peruana del tercer milenio está presente en las fuerzas descentralistas, en sus organizaciones políticas que configuran Movimientos Regionales y Locales exitosos por su buena experiencia de gestión; en los dirigentes y activistas que vienen desde los 70s, 80s y 90s y han alentado y participado en el proceso de redefinición, muchos de ellos que han enfrentado al terrorismo de SL y el MRTA; en los que han hecho su aprendizaje en la gestión local, regional y nacional; en los que han sabido sintonizar con los peruanos y peruanas que vienen desde adentro y desde abajo.

Esta izquierda del tercer milenio necesita avanzar a la configuración de una representación política nacional, debe avanzar a proyectar un nuevo liderazgo nacional como expresión de una organización moderna, flexible y perdurable, sostenible en el tiempo, vacunada contra divisiones de cualquier índole, abierta a todos y todas los peruanos y peruanas. Esta es una izquierda descentralista, popular, regionalista, con capacidad para construir un poder democrático basado en sus propios recursos para enfrentar campañas sin empeñarse a favores políticos; basada en su capacidad de movilización popular y de convocatoria a la inteligencia nacional, al mundo académico, al empresariado moderno y progresista; basada en su liderazgo en la opinión pública para lograr una buena comunicación con la ciudadanía y evitar someterse a presiones de los grupos de poder que está detrás de los medios. Es una tarea ineludible de los descentralistas convertir a esta izquierda del tercer milenio en una fuerza de gobierno con un liderazgo leal a sus principios y programas.
Una acotación final, desde nuestro punto de vista el senderismo, en sus diversas variantes, no tiene nada que ver con la izquierda del tercer milenio, principalmente por su concepción anti-humanista, contra-estatal, violentista y antidemocrática.

Huancavelica, abril del 2012.
(*) Militante descentralista.