martes, 14 de octubre de 2014

CUSCO: PADRINOS Y AUTOGOLES EN LA PRIMERA VUELTA ELECTORAL


 

CUSCO: PADRINOS Y AUTOGOLES
DE LA PRIMERA VUELTA ELECTORAL

 
El ingreso por los palos de Edwin Licona a la segunda vuelta de las elecciones regionales, se deben a dos factores esenciales, fuera de voluntarismo juvenil que tiene el candidato regional; el primero por la autodestrucción y paralización de los favoritos presidenciales en las encuestas y en segundo lugar por el menosprecio electoral a los llamados candidatos chicos o menores, que en el caso de Kausachun llegó a la meta con dos grandes padrinos electorales.

La guerra sucia emprendida entre los postulantes que ocupaban los primeros lugares, que durante los últimos meses escalonaron las agresiones y calumnias personales y familiares, fueron letales; por un lado impidieron el triunfo de Benicio Ríos en primera vuelta, pero al mismo tiempo fue mortal para Carlos Cuaresma y Julián Incaroca; quienes echaron lodo en ventiladora a quien encabezaba las encuestas y las preferencias, concentraron todas sus energías y recursos en decapitar al primero, sin percibir o entender que habían dos terceros que les pisaban los talones, en este caso Luís Wilson del Apra y Edwin Letona de Kausachun.

Este error estratégico de polarizar la campaña con la cabeza, cegó por completo la atención de trabajar una estrategia en función del segundo lugar, considerando que Benicio Ríos y el APU tenían una sólida estructura de candidatos a nivel regional producto de años de trabajo e inmensas inversiones electorales; probablemente si había un viraje en las últimas semanas de los segundones aludidos, otros serían los resultados, pero ambos persistieron en su ceguera y menosprecio hacia los otros candidatos menores por entonces, que al igual que ellos eran competidores.

El menosprecio o la ignorancia probablemente partía del hecho que Luís Wilson del Apra tenía cerca el antecedente histórico de la votación aprista, que siempre ha mantenido un perfil del 6% al 7% en el Cusco, cuando en verdad su crecimiento en las últimas semanas de las elecciones era real y la Alianza Popular con Restauración Nacional daba sus frutos, que se corroboró con las votaciones altas, que recibieron en Canchis, Anta y Paucartambo los candidatos provenientes del lado evangélico, suma que casi hace pasar a la segunda vuelta al candidato aprista. Se quedó raspando, también por la falta de involucramiento de toda la maquinaria aprista, que miro de lejos la campaña por celos internos.

Otro de los desatendidos y ninguneados fue Edwin Licona de Kausachun, sus contrincantes especularon que el partido y el mismo eran nuevos y bisoños para estas lides, además consideraron equivocadamente que el centro de la campaña de Kausachun, sería garantizar la elección de Carlos Moscos a la Alcaldía del Cusco y para nada las regionales; dejaron así que pasaran las iniciativas y entuertos de manera sibilina o despreocupante del joven candidato. Grave error, porque desconocieron por un lado su inmensa capacidad logística y humana, proveniente del apoyo que recibe de la gestión regional de René Concha, padrinazgo denunciado oportunamente por la prensa independiente, escasamente atendida por sus contrincantes.

Y finalmente el segundo factor, que permitió el salto a la segunda vuelta de Edwin Licona, fue el padrinazgo electoral de Carlos Moscoso; no fue aluvional o masivo para catapultarlo cerca del primero, pero fueron suficientes los votos endosados, que hicieron ganar la Provincia del Cusco, tanto al candidato presidencial como a la consejera regional. Votos al fin y al cabo que no tenían los otros como Cuaresma, Sinchi Roca que se quedaron sin locomotora y fueron a parar al cuarto y quinto lugar por soberbia e ignorancia electoral, aun cuando Cuaresma tiene un dueño rico como Cesar Acuña, propietario de APP el partido empresa.

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