domingo, 19 de octubre de 2014

LOS ENTUERTOS DE LA IZQUIERDA CUSQUEÑA


 
LOS ENTUERTOS DE LA
IZQUIERDA CUSQUEÑA

En distintos medios y con diversos argumentos, vienen analizando la actuación del abanico de partidos y movimientos de izquierda en el último proceso electoral, enfoques y posiciones que reflejan diversos intereses y perspectivas, el Cusco tampoco es ajeno al debate.

Si en Lima el argumento de los dirigentes para ir fragmentados en las elecciones y abrir las puertas del retorno a la ultraderecha corrupta, fue el supuesto “centrismo y reformismo de Susana Villarán” que no respondía a las expectativas “revolucionarias y éticas”, en el Cusco no existía tal pretexto o argumento y así durante varios meses estuvieron reunidos diversos partidos del Frente Amplio a través del PC, Tierra y Libertad, PS, Fuerzas Social, MAS y otras agrupaciones regionales de izquierda, buscando viabilizar la propuesta electoral del cambio.

Sin fundamentación alguna Tierra y Libertad, dinamitó la unidad regional de la izquierda, explicando que su decisión de participar con nombre y candidatura propia era un acuerdo de su dirección regional y nacional, anunciando a Oscar Mollohuanca a la presidencia regional; unos días después Patria Roja informó postular electoralmente bajo el nombre y símbolo de Acción Popular; el PC participó en las listas de Fuerza Inka Amazónica, otros lograron colocar sus candidaturas en APU, Tawantinsuyo, Humanismo y la PAPA, una diáspora política y camino al precipicio.

Los primeros resultados de esta fragmentación, fue la desaparición de la agenda y el programa transformador de la izquierda en toda la campaña, el PC y Patria Roja invitada o cobijada en membretes regionales no tuvieron capacidad programática de colocar las ideas fuerza en el debate, fueron subordinados por una campaña anodina y gris; otros como T y L se auto marginaron en focalizar sus campañas en algunas provincias; los viejos maoísta y radicales ochenteros resucitaron en la PAPA para jugar también en la democracia sin trascendencia.

Probablemente si hubieran hecho un esfuerzo mayor, para construir la unidad, los resultados para la izquierda serían mejores, así lo confirman los números electorales: el FIA, T y L, Tawantinsuyo, Autogobierno Ayllu, alcanzan aproximadamente 5 % cada uno, Patria Roja y PAPA cada uno araño un 2 %, aritméticamente todos superaban el 25 % con el cual ganaban las elecciones. Si a ello se suma el 24 % del APU que es un conglomerado amplio progresista, se conquistaba largamente el gobierno regional y los municipios como en otras regiones. Frente al 4 % del fujimorismo y el 10 % del Apra y Restauración Nacional organizados en la Alianza Popular.

Habrá todavía tiempo para el balance, ahora la segunda vuelta está a las puertas, las izquierdas (varias) porque es otro dato de la realidad, tienen que jugar un rol en la campaña, recuperar iniciativa y propuesta programática, sería un error sacar conclusiones derrotistas o triunfalistas, echando curso a la manía de acusar a reformistas y radicales para profundizar la desconfianza y la división.

Las izquierdas de abajo, militantes de causa, más que de militancia orgánica y partidaria, han conquistado la mayoría de las municipalidades provinciales y distritales del Cusco. Son autoridades que no están sujetos a membresías sectarias, sacaron la cara por el pueblo izquierdista, tomando distancia a la fragmentación de sus dirigentes.

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